ENCUENTRO CATEQUESIS AGOSTO 2006

Estas son las reflexiones finales del
encuentro de catequesis del 19 de agosto.


ENCUENTRO DE CATEQUISTAS
19 de agosto de 2006
CONCLUSIONES DE LOS TRABAJOS EN GRUPOS:

I) PARTE
1- ¿ Qué expresión de la Palabra de Dios te llamó más la atención, * "Tengan esperanza y sean alegres"Aunque cuesta frente a las dificultades, además, uno tiene que movilizar al grupo de padres y a los niños.
*
" El amor sea sincero". No nos imaginamos un amor que no sea sincero. Aceptación total del otro.
* " El amor entre hermanos". A veces nos resulta difícil demostrarnos que nos queremos.
* " Sean diligentes y no flojos". Esto nos exige sacudir la pereza y ser responsables de los compromisos asumidos.
* " El amor fraterno" Debemos adelantarnos al otro, no esperar todo de los demás. Ser auténticos.
* " Bendigas a quienes los persiguen" Exige de nosotros fortaleza interior y sacrificio que nos permite crecer para alcanzar el amor sincero.
2 - ¿Te parece posible vivir hoy aquí lo que San Pablo propone a los primeros cristianos, por qué SÍ, por qué NO?
* Sí, es posible si tenemos fe.
* Si amamos a Cristo contamos con su promesa de que estará siempre con nosotros.
* Si tomamos la decisión de seguir a Cristo, llevamos una vida de oración, como sostén de nuestra actividad y nos proponemos de predicar la alegría interna de seguir a Cristo.
* En la medida que cada uno conozca lo que es el amor verdadero y se pone al servicio de los demás.
* Es difícil, porque cada uno tiene sus puntos de vista distintos, metas y realidades destintas, pero si hay buena voluntad todo se puede superar
3 - ¿Cómo debe ser la conducta de un catequista para que su palabra sea creíble y su vida un auténtico testimonio para los catequizandos?
* Las virtudes que deben sobre salir en un catequista son:
. la humildad,
. saber pedir perdón ante un error,
. sinceridad y coherencia,
. trasmitir el Mensaje de Jesús con convicción,
. testimonio de vida según el mensaje de Jesús.
. autenticidad.



II) PARTE
Nuestras fortalezas:
1 - ¿Qué fortalezas tenemos concretamente como catequistas?
* l a fe. Necesidad de devolver a Dios los que nos dio,
* disponibilidad, ganas, entusiasmo, alegría, compromiso, catequistas estables, compañeras catequistas que nos animan,
* necesidad de dar a conocer lo que sabemos de Dios,
* Planificación y orientación ( por parte de las Hnas. en la catequesis del colegio)
* responsabilidad, preparación de los encuentros, propósitos claros, oración individual.
Debilidades:
A nivel catequistas:
* individualismo, dificultad para trabajar con grupos heterogéneos,
falta de una coordinación adecuada, de encuentros de formación,
animación y evaluación. Nos sentimos muy solas,
falta comunicación entre los catequistas y espacios de intercambio,
nos faltan guías metodológicas para la preparación de los encuentros para no repetirnos, falta de momentos de oración compartida y de encuentros de formación sistemática,
un guía que nos ayude a coordinar y organizar los encuentros,
falta de tiempo y apoya de nuestras familias
desinterés por parte de los niños y adolescentes, están muy dispersos y desatentos.
Quisiéramos avanzar en:
* Crecimiento espiritual, formación, profundización,
* una planificación adecuada,
* alguien que nos coordine, nos oriente y nos ayude a ver si vamos bien como catequistas,
* mayor relación con los padres,
* armar un calendario consensuado de encuentros, retiros, cursos.
Necesidades: (Es sumamente necesario que nos organicemos como catequistas y organicemos la catequesis parroquial)
* Contar con las figuras del coordinador general y de cada año,
* presencia y acompañamiento del sacerdote,
* definir un programa (escrito) a desarrollar,
* bibliografía de consulta para preparar los encuentros,
* continuar con el rezo de un misterio del Rosario,
* cantar con el grupo,
* Material didáctico: + contar con un pasa casset para unificar los cantos,
+ material de apoyo para preparar y desarrollar los
encuentros, ej. láminas, videos,
+ un lugar donde pasar videos,

Catechesi Tradendae

La catequesis: derecho y deber de la Iglesia

Es evidente, ante todo, que la catequesis ha sido siempre para la Iglesia un deber sagrado y un derecho imprescriptible. Por una parte, es sin duda un deber que tiene su origen en un mandato del Señor e incumbe sobre todo a los que en la Nueva Alianza reciben la llamada al ministerio de Pastores. Por otra parte, puede hablarse igualmente de derecho: desde el punto de vista teológico, todo bautizado por el hecho mismo de su bautismo, tiene el derecho de recibir de la Iglesia una enseñanza y una formación que le permitan iniciar una vida verdaderamente cristiana; en la perspectiva de los derechos del hombre, toda persona humana tiene derecho a buscar la verdad religiosa y de adherirse plenamente a ella, libre de «toda coacción por parte tanto de los individuos como de los grupos sociales y de cualquier poder humano que sea, de suerte que, en esta materia, a nadie se fuerce a actuar contra su conciencia o se le impida actuar... de acuerdo con ella».

Por ello la actividad catequética debe poder ejercerse en circunstancias favorables de tiempo y lugar, debe tener acceso a los medios de comunicación social, a adecuados instrumentos de trabajo, sin discriminación para con los padres, los catequizados o los catequistas. Actualmente es cierto que ese derecho es reconocido cada vez más, al menos a nivel de grandes principios, como testimonian declaraciones o convenios internacionales, en los que -cualesquiera que sean sus límites- se puede reconocer la voz de la conciencia de gran parte de los hombres de hoy. (44) Pero numerosos Estados violan este derecho, hasta tal punto que dar, hacer dar la catequesis o recibirla, llega a ser un delito susceptible de sanción. En unión con los Padres del Sínodo elevo enérgicamente la voz contra toda discriminación en el ámbito de la catequesis, a la vez que dirijo una apremiante llamada a los responsables para que acaben del todo esas constricciones que gravan sobre la libertad humana en general y sobre la libertad religiosa en particular. (Catechesi Tradendae, n. 14. Pablo VI)